La biografía más breve de Jesús tiene una sola palabra y, sin embargo, no se le escapa ni un solo detalle: amó. Toda la vida de Cristo se puede resumir así: amó. Amó a su Padre celestial, amó a sus discípulos, amó a la humanidad entera. Jesús amó y sigue amando. ¿Lo has experimentado?
Cuando le faltaba menos de una semana para morir crucificado, se le acercó a Jesús un escriba y le preguntó cuál era el primero de los mandamientos. Él le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas». Y enseguida añadió: «El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”» (Marcos 12, 30-31).
El amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables
¿Por qué si el escriba preguntó por el primer mandamiento, Jesús también le dijo el segundo? Porque el Maestro nos quiere enseñar que se trata de dos amores inseparables. Jesús insistió una y otra vez en esto. Tanto lo inculcó a sus discípulos que San Juan dirá después: «Si alguno dice: “Amo a Dios” y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano a quien ve no puede amar a Dios a quien no ve» (1 Juan 4, 20).
El amor a Dios no puede convertirse en excusa para odiar, despreciar, olvidar o ignorar al prójimo. El auténtico amor de Dios, más bien, nos conduce a encontrarnos con los demás, especialmente con los más necesitados, en los que Jesucristo nos espera. Por eso, si quieres saber cómo estás de amor por Dios, pregúntate cuánto amas —sirves, perdonas, tienes paciencia, corriges, ayudas, animas— a tu prójimo.
Quien dice que ama a Dios y odia a su prójimo es un mentiroso
Si te das cuenta que te falta, no te desanimes. ¡Pídele a Dios que te regale su Amor! Amaremos más a Dios y a los demás en la medida en que acojamos su Amor: nadie da de lo que no tiene. Necesitamos beber de las fuentes del amor: la Eucaristía (el amor hecho alimento); la Confesión (el amor hecho perdón) y la oración.
¿Quieres mostrar a Dios que lo amas? Comparte el amor que te da con tu prójimo. ¿Quieres amar más a tu prójimo? Llénate del amor de Jesucristo. Amemos de verdad, amemos como Jesús nos enseña. Y si alguno decide escribir nuestra biografía que le baste con una sola palabra: amó.
Texto bíblico base
Marcos 12, 28-34
Textos bíblicos de apoyo
Antiguo Testamento
Deuteronomio 6, 5-8.
Nuevo Testamento
Juan 13, 1.
Juan 15, 12-13.
1 Corintios 13, 13.
1 Juan 3, 11-18.
1 Juan 4, 7-21.
Preguntas para meditar, reflexionar y orar
- ¿Le pido a Dios que aumente mi amor por Él? ¿Por los demás?
- ¿Amo a mi prójimo, especialmente al más necesitado? ¿Lo sirvo, lo cuido, lo corrijo, le tengo paciencia, lo ayudo?
- ¿Le niego a alguien mi amor? ¿Por qué?