Los amigos de Jesús

ultima-cena-carducho-detalle

Los discípulos escuchaban atentamente a Jesús. El Maestro les hablaba desde el corazón, les expresaba sus más profundos deseos y sus más nobles sentimientos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Leer Más

La vid y los sarmientos

cristo-verdadera-vina

Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto». Sin que pudieran evitarlo, una pregunta resonó en los corazones de los discípulos: «Y yo, a los ojos de Jesús, ¿qué tipo de sarmiento soy?».

Leer Más

El Buen Pastor

buen-pastor-detalle-tissot

Jesús les dijo a los fariseos: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; en cambio, el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas».

Leer Más

Corazón ardiente

peregrinos-de-emaus-en-el-camino-tissot-

Cleofás y el otro discípulo llegan a Jerusalén con la noche ya muy avanzada. Van adonde saben que están los apóstoles y, para su sorpresa, los encuentran despiertos. El que les abre la puerta les dice con efusión: «¡Es verdad lo que decían las mujeres! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!».

Leer Más

Hacia la cima

sermon-montana-fra-angelico

La muchedumbre se agolpaba en torno a Jesús. Él, a duras penas, consiguió abrirse paso y comenzó su ascenso hacia la cima de la colina que tenían al lado. Más de la mitad del gentío decidió entonces volver a sus casas; ya habría tiempo de escuchar nuevamente al Maestro sin necesidad de subir al monte. Unos cuantos, sin embargo, siguieron a Jesús cuesta arriba.  

Leer Más

Frutos

speculum-humanae-salvationis-detalle

El sumo sacerdote y los ancianos del pueblo ardían de ira. No podían permitir que Jesús dijera de ellos que de boca para afuera se jactaban de ser muy creyentes y de pertenecer al pueblo elegido, pero que su corazón y sus obras estaban lejos de Dios. ¿Quién se creía aquel hombre para juzgarlos?

Leer Más

Entrando en el corazón de Dios

espiritu-santo-cathopic

Por las palabras de san Pablo (Rm 13, 8-10) y del Señor (Mt 22, 40) sabemos que el resumen de la Ley de Dios se encuentra en el doble mandamiento de la caridad: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Esta es la cumbre de la vida según el Evangelio y el camino de la Bienaventuranza. Pero tal meta, vivida en perfección, supera las fuerzas del hombre; sólo es posible de alcanzar como fruto de un don de Dios, quien nunca cesa de sanar, curar y transformar el corazón por medio de la gracia.

Leer Más