La Liturgia de la Palabra del primer Domingo de Cuaresma (Ciclo B) nos permite realizar un paralelismo entre la figura de Noé y la figura de Jesús. Jesucristo, en efecto, queda perfilado como un nuevo Noé.

Noé y su arca, Charles Willson Peale, 1819 (Pennsylvania Academy of the Fine Arts).

Noé enfrentó cuarenta días de diluvio (cf. Génesis 7, 17); Cristo estuvo cuarenta días en el desierto (cf. Marcos 1, 13). A Noé lo acompañaron animales en el arca (Cf. Génesis 9, 10); Jesucristo, en el desierto, convivió con las fieras (cf. Marcos 1, 13). Noé salió victorioso del tormentoso diluvio; Jesús venció las tentaciones de Satanás (cf. Marcos 1, 13).

A partir de Noé comenzó una nueva humanidad, con la que Dios estableció una alianza (Cf. Génesis 9, 12-17); a partir de Cristo también comienza una nueva humanidad, inaugurada por el mismo Jesús, por cuya sangre se establece una alianza nueva y eterna. Esta nueva humanidad es aquella que, como Cristo, vence a Satanás en la lucha contra el pecado y las tentaciones.

¿Cómo? Por la unión íntima y vital con Cristo, a través del Sacramento del Bautismo. La nueva humanidad no surge del esfuerzo moral del hombre, sino de la gracia salvífica de Dios —que, ciertamente, se traduce en una conversión moral; pero esta es consecuencia, no causa, de la gracia—. Los bautizados son los miembros de la nueva humanidad inaugurada por Jesucristo. De ahí que el episodio de Noé y el diluvio sea visto como símbolo del bautismo cristiano (cf. 1 Pedro 3, 21).

Usualmente, la Cuaresma se define como un tiempo de conversión. Y realmente lo es. Pero no se trata tanto de convertirse en alguien que todavía uno no es, sino más bien al contrario: se trata de convertirse, cada vez más, en Alguien que ya es en nosotros. Por el Bautismo recibimos la identidad de Cristo; por tanto, la conversión consiste en identificarnos más con Jesús, hasta tal punto que ya no somos nosotros quienes vivimos, sino que Cristo vive en nosotros (cf. Gálatas 2, 20).

LECTURAS DEL I DOMINGO De Cuaresma

Leer

Primera lecturaGénesis 9, 8-15
SalmoSalmo 24
Segunda lectura1 Pedro 3, 18-22
EvangelioMarcos 1, 12-15

PREGUNTAS PARA MEDITAR Y ORAR

1. ¿Tengo presente la fecha de mi bautismo?

2. ¿De qué modo estoy enfocando la Cuaresma que acaba de empezar?

3. ¿Me configuro con Jesús? ¿Aspiro a identificarme con Él?

Un comentario en “Un nuevo Noé

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