Las olas sacudían la barca. El viento hacía un ruido espantoso. Pedro y los otros discípulos estaban llenos de pánico, sentían que no había escapatoria; el mar y la oscuridad de la noche los iban a engullir.
Amor de pescador
«Me voy a pescar». Simón Pedro habló con decisión. Desde muy joven, había sido pescador y ahora, después de la Resurrección de Jesús, no encontraba motivos para dejar la pesca. Los discípulos que estaban con él —Tomás, Natanael, Santiago y su hermano Juan, y dos más— le dijeron: «Nosotros vamos contigo». Leer Más
¿Abrazar la Cruz?
Jesús está reunido con sus discípulos. Sabe que es su última cena juntos. El Señor mantiene la serenidad, pero su mirada refleja también cierta turbación: los hechos que se avecinan estarán cargados de sufrimiento y dolor. Jesús le dice a Pedro: «Simón, Satanás ha pedido permiso para zarandearlos. Yo he rogado por ti, para que no falle tu fe. Por eso, cuando vuelvas a mí, fortalecerás la fe de tus hermanos». Leer Más