Su atuendo lo decía todo. Iba vestido con piel de camello y una correa de cuero ceñida a la cintura. Estaba claro para los que habían leído a los Profetas: Juan el Bautista vestía como Elías (2 Reyes 1, 8). Y eso podía significar una cosa: el Día del Señor estaba por llegar.
Se acerca el Día
