Cuando la multitud saciada por los panes y los peces que multiplicó Jesús se dio cuenta de que ni Él ni sus discípulos se encontraban en los alrededores, muchos se embarcaron hacia la otra orilla en su búsqueda. Pensaban que los podían hallar en Cafarnaún, ciudad en la que se veía a Jesús habitualmente.
Pan del cielo
