Pobreza de espíritu

cristo-cura-enfermo-betesda

Dos hermanos disputan por una herencia. Uno de ellos le pide a Jesús que intervenga en el asunto: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Jesús, sin embargo, se rehusa a hacerlo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?». El Maestro, más bien, aprovecha para enseñar sobre la pobreza espiritual: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».

Leer Más

Lo más importante

Sagrada Familia de Barcelona

Los discípulos tenían viva en sus mentes la imagen de Jesús expulsando a los mercaderes del Templo. Sus palabras se les habían quedado grabadas: «Mi casa será casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones». Pocas veces lo habían visto tan enérgico o, por qué no decirlo, enfadado. Leer Más

Con los ojos en el Cielo

ojos-en-el-cielo

Los dos hermanos llegaron discutiendo donde Jesús. Hacía poco el padre de ellos había muerto y si bien había dispuesto que la herencia se repartiera entre los hermanos el mayor se había quedado con todo. El menor, que había conocido a Jesús unos días atrás, pensaba: «Seguro ese hombre justo me dará la razón». Por eso, decidió llevar a su hermano a la presencia del Maestro. Leer Más

La mirada de Jesús

mirada-jesus

La mujer caminaba despacio, encorvada, apoyándose en un bastón desgastado. Iba medio despeinada y su vestido tenía varios remiendos. De repente, sacó dos moneditas de su bolsillo y las echó en el arca de las ofrendas. Nadie se dio cuenta: ¿quién se fijaría en esa viuda pobre, sucia y achacosa? Nadie se dio cuenta, salvo una persona: Jesús. Leer Más