El callejón estaba muy oscuro. Era noche de luna llena, pero unas nubes densas la cubrían por completo. Carlos andaba con paso rápido para llegar lo más pronto posible a su casa. Tenía miedo. Pensaba: «Ya solo falta el callejón, a la derecha, cuatro casas y listo». De repente, oyó un ruido a sus espaldas. Giró un poco la cabeza y vio la sombra de un hombre alto. Justo en ese momento, las nubes descorrieron su velo y el brillo de la luna se reflejó en el cuchillo que agarraba el hombre. Carlos comenzó a correr.
¿Te quedaste sin aliento?
