En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos... Jesús, siempre dispuesto a acoger a quien lo necesitara, procura pasar desapercibido en esta ocasión. No huye de la multitud ni por egoísmo ni por comodidad, sino porque la labor que le ocupa es de suma importancia y requiere toda su atención: la formación de sus discípulos.
Servidor de todos
