En un mundo donde, por motivos de eficacia, se ha extendido el auto-servicio (self-service) o el «hágalo usted mismo» (do it yourself), corremos el riesgo de pensar que no tenemos nada que agradecer: ¿a quién deberíamos darle gracias si uno mismo ha conseguido, por cuenta propia, lo que necesitaba o lo que quería?
Gracias
