El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes prados me hace reposar;
hacia aguas tranquilas me guía;
reconforta mi alma,
me conduce por sendas rectas
por honor de su Nombre.
Aunque camine por valles oscuros,
no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Fragmento de: Universidad de Navarra. “Sagrada Biblia”. iBooks.