Pero tú, Israel, mi siervo,
Jacob, a quien elegí,
estirpe de Abrahán, mi amigo,
tú, a quien tomé de los extremos de la tierra
y te llamé de los confines más remotos,
a ti te digo:
«Tú eres mi siervo;
te he elegido y no te he rechazado».
No temas, que Yo estoy contigo,
no desmayes, que Yo soy tu Dios.
Te daré fuerzas, te socorreré,
te sostendré con mi diestra victoriosa”
Fragmento de: Universidad de Navarra. “Sagrada Biblia”. iBooks.