Pedro les dijo:
—Convertíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos los que quiera llamar el Señor Dios nuestro.
Con otras muchas palabras dio testimonio y les exhortaba diciendo:
—Salvaos de esta generación perversa.
Ellos aceptaron su palabra y fueron bautizados; y aquel día se les unieron unas tres mil almas
Fragmento de: Universidad de Navarra. “Sagrada Biblia”. iBooks.