Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
Bendito el santo Nombre de tu gloria,
muy digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
Bendito eres en el Templo de tu santa gloria,
muy digno de alabanza y glorioso por los siglos.
Bendito eres sobre el trono de tu reino:
muy digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
Bendito eres Tú, que sondeas los abismos sentado sobre querubines,
digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
Bendito eres en la bóveda del cielo,
digno de alabanza y glorioso por los siglos.”
Fragmento de: Universidad de Navarra. “Sagrada Biblia”. iBooks.