Es muy probable que tengas algún amigo que haya hecho hasta lo imposible por conseguir trabajo, pero nada le sale. O quizá ya tiene trabajo, pero no le está yendo muy bien que digamos. O quizá no se trate de un amigo, ¡sino de ti!
Trabajar es muy importante. El Papa Francisco nos dice que el trabajo «es expresión de la dignidad humana, es camino de maduración y de inserción social, es un estímulo constante para crecer en responsabilidad y en creatividad, es una protección frente a la tendencia al individualismo y a la comodidad, y es también dar gloria a Dios con el desarrollo de las propias capacidades» (Christus vivit, n. 271). Tantas cosas buenas, pero… ¿qué pasa si no tengo trabajo o si no puedo trabajar?
Hay un amigo que debes conocer y si ya lo conoces, no lo debes olvidar. Hoy, 1 de mayo, recordamos a San José Obrero: el hombre que enseñó al Hijo de Dios a trabajar. Sin duda, San José te puede ayudar a ti o a tu amigo a conseguir trabajo o a vivirlo a plenitud: él sabe la importancia que tiene, él se santificó trabajando.
Te dejamos dos oraciones a San José Obrero. No son fórmulas mágicas para conseguir trabajo, claro. Pero rezarlas nos ayudará a querer trabajar como San José: en presencia de Dios, con alegría y espíritu de sacrificio. Y él, como buen amigo, no dejará de darnos un empujón para que nunca nos falte trabajo.
Oración a San José Obrero
Nos dirigimos a ti, oh bendito San José, nuestro protector en la tierra, como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado. A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos.
Por la promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, líbranos de caer en el pecado, de la avaricia, de un corazón corrupto. Se tú el solícito guardián de nuestro trabajo, nuestro defensor y fortaleza contra la injusticia y el error.
Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos, para así poder obtener contigo el descanso eterno en el Cielo. Amén.
Invocación a San José de San Juan XXIII
¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María! Tú empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber. Tú mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti. Tú conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Ellos se dirigen a ti porque saben que tú los comprendes y proteges. Tú también supiste de pruebas, cansancio y trabajo. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría, debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios que te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre. Amén.
Oraciones tomadas de Devocionario Católico.
Cómo dice el Santo Padre
El trabajo dignifica
Doy gracias a Dios por el trabajo y la capacidad de realizarlo día a día y pido para que nos regale la capacidad de servir siempre y con amor sin medir cansancio
Siempre dispuestos a salir adelante de la mano de nuestro Señor
Pido por los que no tienen y esta en busca de una fuente digna de ingresos
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